Hombre Lobo.
Es mi primera transformación. Ya estaba en mi destino que con la primera luna llena me convertiría en licántropo. La adolescencia para los de mi raza es el principio de esta maldición. Mis padres previniendo percances me amarraron en el sótano. La puerta se abre al mismo tiempo que mi cuerpo ha mutado totalmente al de un hombre-lobo. Mi perra pastor alemán entra intrigada por los gruñidos. La miro más bella que nunca, incluso podría decir que su caminar es sensual. Se para frente de mí y tras unas olfateadas empieza a menear su cola de forma provocativa. Un extraño olor llega hasta mi nariz y mi hocico comienza a salivar en forma abundante. Aúllo con fuerza. La adolescencia, la transformación lunar y perder la virginidad en una noche son cosas que no cualquiera podría soportar.
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