Cabalgata Magnética en el Foro Sol.

by - junio 11, 2009







Más de 89 mil 600 horas de espera; después de 10 años Metallica regresa a México por la puerta grande.

165 000 personas aproximadamente fueron las afortunadas en presenciar alguna de las tres fechas de Metallica en nuestro país; conciertos que se agotaron a sólo minutos de salir a la venta los boletos. Una larga espera, hambre de thrash y metal. Una espera que fue saciada en 120 minutos. Tres fechas que quedaran inmortalizadas en el DVD de su gira actual Death Magnetic Tour. Su primer concierto fue el jueves 4 de junio. La última fecha el 8 de Junio. Sin embargo, la más intensa y esperada fue la fecha del 7 de Junio. Fue la primera fecha programada y la que más expectación tuvo. Fue ahí donde fuimos testigos de una de las mejores bandas de rock de la historia demostrar que aún tienen en sus manos el poder de crear metal de calidad y amor por sus fans quienes esperaron tanto tiempo para poder vibrar con su música, sudar hasta la última gota y cantar desgarrando la voz su más celebres éxitos.

Al punto de las seis y media de la tarde, subió al escenario el primer de dos teloneros para la gira de Metallica en Latinoamérica; sólo México fue elegido por los cuatro jinetes para ser parte del tour. Resorte fue la encargada de abrir la velada. Banda regia de Nu- Metal que inició con todo su presentación. Después de algunos años de no tocar juntos aceptaron el reto de abrirle a una de las bandas más importantes del metal mundial. También afirmaron su derecho de talonear por ser una de los grupos de rock más representativos de México. “America”, “Aquí no es Donde”, “Respeto”, “Cerdo”, fueron algunas de las canciones interpretadas por la banda conocida como los Rage Against the Machine mexicanos; quienes vieron su mejor momento con su rola “República de Ciegos”, canción proveniente de su álbum homónimo que los llevará a la fama a finales de los 90. Después de Resorte (quienes tuvieron un apoyo mesurado) subió al escenario Avenged Sevenfold; banda californiana de Metal que sin duda podrá gustarle a los que apenas se introducen en el amplio mundo del heavy metal pero que aquellos conocedores podrán distinguir en ellos, un plan de marketing creado para vender su música sin contenido. La banda fue recibida con rechiflas, mentadas de madre y vasos de cerveza vacíos. Los asistentes aprovecharon para ir a comer o prepararse mentalmente mientras tocaba Avenged Sevenfold quien pasó sin gloria por el escenario del Foro Sol.

Una hora después.

El Foro Sol estaba a punto de reventar. El grito de ¡Olé, Olé, Olé, Meta-lli-ca! Retumbaba en todos los rincones del recinto. La gente sudaba, lloraba de emoción. Un helicóptero sobrevolaba el mar de manos-cuernos anhelando la música de Metallica. El color negro predominaba en los asistentes. En las bocinas sonaba The Misfists, Black Sabath, King Diamond, y Kiss pero nadie pensaba en otra cosa que ver a James, Kirk, Robert y Lars en el escenario tocar sus clásicos e interpretar con maestría sus respectivos instrumentos. Las luces se apagaron y un grito al unísono creado por más de 54 mil personas recibía a Metallica en su segunda de tres fechas. En las pantallas de alta definición aparecían imágenes del film “El Bueno, el Malo y el Feo” y sonaba la tradicional introducción de “The Ecstasy of Gold” tributo a Ennio Morricone. Después de eso, Metallica ofreció uno de los mejores conciertos de su vida, con un set-list inolvidable. Iniciando con la mítica Creeping Death los puños de los asistentes comenzaron a moverse al ritmo de la melodía. Continuaron con For Whom The Bell Tolls y Ride The Lightning, los gritos ensordecedores de los seguidores cantaban a todo pulmón y las matas giraban al ritmo de los virtuosos solos del Kirk Hammett. Cuando comenzaron los primeros acordes de Disposable Heroes, los fans no podían creerlo. Posteriormente James Heatfield en la parte superior del escenario inició One, clásico de la banda que fue coreado por todas las almas presentes. Broken, Beat & Scarred siguió el festín de thrash y los brincos hacían vibrar el suelo del foro. En las gradas los vasos desechables caían como lluvia sobre la pista. La noche continuaba y The Memory Remains fue quizá uno de los momentos más memorables de la noche. Los integrantes de Metallica no podían creer lo que veían; una entrega total de sus seguidores aztecas y el Distrito Federal entero pudo escuchar el coro de miles de personas adorando a sus dioses metaleros. Sad But True revivió los ánimos y la batería de Lars Ulrich sonaba perfecta en cada remate y su excelente técnica nos hacía olvidar sus tropiezos en St. Anger. En las pantallas los rostros de los jinetes mostraban entrega reciproca y amor por sus público. Después tocaron Turn The Page, cover de Bob Seger y primero de dos covers que interpretarían esa noche. El turno de escuchar parte de su nuevo material llegó: All Nightmare Long y The Day That Never Comes fueron recibidas con aceptación y coreadas por más de uno. Master of Puppets (COMPLETA) llevo al orgasmo musical a los asistentes del concierto quienes no lograban asimilar el festín de metal duro que transitaba por sus oídos. Fight Fire With Fire prolongaba el slam y los gritos de hambre y sed. Nothing Else Matters cautivó a todos los seguidores quienes compartieron uno de los momentos más bellos del concierto. Los celulares y encendedores iluminaban la noche de luna llena. Las voces se transformaban en una sola y la piel se erizaba de tanta genialidad. Enter Sandman cerraba la noche con fuegos pirotécnicos y fuego. Después regresarían en el Encore a interpretar The Prince (cover de Diamond Head), No Remorse que revivió a los muertos y finalmente secando la última gota de sudor y aspirando la última nota de las gargantas testigos, cerraron el mítico recital con “Seek and Destroy”.

Después de vivir casi dos horas del más puro metal e interpretado por una de las mejores bandas de la historia, cualquier mortal pudo tocar el cielo y sentir que la muerte podría llegar en el momento de éxtasis más intenso que un humano puede experimentar. El bajista de la banda, Robert Trujillo expresó:
“La otra noche estuvo increíble, pero esta noche estuvo mucho mejor. ¡Muchas gracias México!”

Yo digo;
¡Gracias METALLICA!

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