Por: Los Antisan-valentineros

1. Oso de peluche rosa: Ideal, pero más choteado que emborracharse en quince años siendo uno de los padrinos.

2. Globo de bob esponja con ojos de corazón: Muy bonito detalle pero no sirve para nada y además contamina, quizá lo más divertido de este regalo sea que te tragues el helio y le cantes amorcito corazón al oído con voz de ardilla.

3. Rosas artificiales (terciopelo, cristal o plástico): un detalle de muy mal gusto, si quiere quedar usted bien, pues gástese su lanita ese día, lo natural es lo de hoy.

4. Joyería de fantasía: No servirá de nada, tarde o temprano le saldrán ronchas y se enterara que no es oro bizantino como le dijiste.

5. Chocolates rellenos de cereza en una caja en forma de corazón: Esto no podrá ser desplazado en el valle de las cursilerías, cualquier damisela de la época sabe que ni los chocolate son afrodisiacos, ni traerlos en una caja en forma de corazón las hará aflojar más fácil.

6. Disco de Nigga con el contagioso tema Baby te quiero uuhhooooo…: De pésimo gusto, no lo hagan por nada del mundo, es mejor quedarse sin regalo que llegar con algo como esto, de verdad (No es cursi, sino irritable a los oídos).
7. Tarjeta de Winnie Pooh con musiquita cuando la abres: Ridículamente tierna, pero inservible, este tipo de artefactos regalados en san Valentín o cumpleaños solo sirven para ser guardados en dos partes; 1.- En la caja de zapatos con recuerditos de todos tus ex’s 2.- En el bote de la basura.

8. Playera con las fotos de ambos y un corazón de fondo: ¿Realmente te la pondrías los demás días del año? Por ejemplo: en la peda con los cuates, en una comida familiar o presumirla cuando tu equipo meta un gol estando con tus compañeros de oficina.

9. Una noche de hotel con un camino trazado por pétalos de rosas y velas: Recuerda que ese día este tipo de inmuebles estarán a reventar, por tanto te recomendamos reserves con anticipación. A final de cuentas ¿a quién demonios termina interesándole la linda decoración de flores y velas?

10. Perrito Frensh puddle con moño rojo amarrado al cuello: La idea de regalar mascotas no es mala, pero no es justo ridiculizar así a un pobre perro.