Rubén Albarrán en Morelos
Para algunos nostálgico, para otros increíble, para otros caótico, para otros único y para otros simplemente inolvidable; así se calificó, desde distintos puntos de vista la presentación de Rubén Albarrán el pasado 28 de febrero en el foro del lago del Jardín Borda, en Cuernavaca Morelos. Esta presentación sería el botón de oro que daría fin a un festín de world music llamado festival Tamoanchan organizado por el departamento de cultura morelense.
Juan, Pinche Juan, Cosme, Anónimo, Massiosare, AT Medardo, Nrü, Rita Catalagua, Gallo Gass, Élfego Buendía, Sizu Yantra, Ixxi Xoo, Cone Cahuitl o solamente Rubén Albarrán, es el nombre de tan singular músico y cantante de una de las agrupaciones icónicas del movimiento rockero mexicano: Café Tacuba.
En esta ocasión Rubén se hacia lucir con canciones de Violeta Parra y Mercedes Sosa, canciones que le significan de sobremanera por el hecho de ser la música que su madre escuchaba.
Honesto y desenfadado como siempre, Rubén subió al escenario cobijado por excelente músicos e instrumentos distintos, como la cítara. El lleno de las gradas no era más que el resultado de un buen trabajo y la labor de un entregado a la música por años. Fuera del Borda se pronunció un grupo de interesados en tener acceso al lugar una vez cerrado el inmueble.
Sin duda un concierto diferente, pero es preciso señalar que la diferencia no fue el ingrediente que a todos condimentara de mejor forma en la actuación de Rubén, pues fue evidente que hubo quienes abandonaron el lugar sin permitir que terminara el show.
Aquí les dejo muestra de este toquín...
Juan, Pinche Juan, Cosme, Anónimo, Massiosare, AT Medardo, Nrü, Rita Catalagua, Gallo Gass, Élfego Buendía, Sizu Yantra, Ixxi Xoo, Cone Cahuitl o solamente Rubén Albarrán, es el nombre de tan singular músico y cantante de una de las agrupaciones icónicas del movimiento rockero mexicano: Café Tacuba.
En esta ocasión Rubén se hacia lucir con canciones de Violeta Parra y Mercedes Sosa, canciones que le significan de sobremanera por el hecho de ser la música que su madre escuchaba.
Honesto y desenfadado como siempre, Rubén subió al escenario cobijado por excelente músicos e instrumentos distintos, como la cítara. El lleno de las gradas no era más que el resultado de un buen trabajo y la labor de un entregado a la música por años. Fuera del Borda se pronunció un grupo de interesados en tener acceso al lugar una vez cerrado el inmueble.
Sin duda un concierto diferente, pero es preciso señalar que la diferencia no fue el ingrediente que a todos condimentara de mejor forma en la actuación de Rubén, pues fue evidente que hubo quienes abandonaron el lugar sin permitir que terminara el show.
Aquí les dejo muestra de este toquín...
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