EL BESO DE SAFO
Más pulidos que el mármol transparente,
Más blancos que los blancos vellocinos,
Se anudan los dos cuerpos femeninos
En un abrazo lúbrico y ardiente.
Ancas de cebra, escorzos de serpiente,
Combas rotundas, senos colombinos,
Una lumbre los labios purpurinos
Y las dos cabelleras un torrente.
En el vivo combate, los pezones
Que se embisten, parecen dos pitones
Trabados en eróticas pendencias.
Y en medio de los muslos enlazados,
Dos rosas de capullos inviolados
Destilan y confunden sus esencias.
Efrén Rebolledo
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