El 1er Rockanrrolero Morelense...
Por: euGENIO ZAMORA MOJICA
El Rock es el movimiento cultural más importante del siglo XX.
Dr. Eduardo Rozado (Rocktor)
Dada la importancia, del Rock & Roll a nivel mundial, es justo conocer al culpable, en el estado de Morelos; aquel que en complicidad con sus cuates, echó a andar esta rueda, que a más de 50 años, continua su nítido sonido. En exclusiva para LA WACHA, una entrevista al primer rockanrrolero morelense, mucho antes de que el Rock, perdiera su apellido & Roll….
Las políticas en función de la cultura parecen ser el eterno talón de Aquiles de quienes nos gobiernan, y esto no es asunto de última hora. Por años, el gobierno repite la equivocada voz de quienes creen que el arte es cosa de hobbie. Y esto es reiterado por el diputado priista Rodolfo Becerril Strafon, quien para sorpresa de muchos resulta ser una pieza clave en el mundo de Rock. Pues el doctor Becerril no todo su vida la ha dedicado a la política; sus años mozos fueron bien aprovechados creando la primera banda de Rock en Morelos, dando nacimiento a una brecha que aun se sigue labrando.
Como integrante de los Rolling King, Becerril Strafon fungió como pianista, cantante y compositor. “Estamos hablando de 1960 y los primeros años de la década de los 60s, que floreció el Rock & Roll en México, y como todos los jóvenes lo escuchábamos, se empezaron a integrar conjuntos con condiciones muy precarias, con guitarras prácticamente acústicas, ni siquiera había el instrumental eléctrico”, señala don Rodolfo.
El Rock & Roll había llegado a México, a nivel nacional se hacían escuchar agrupaciones como Los Rebeldes del Rock, Los Teen Tops, Los Locos del Ritmo, Los Hooligans, Los Hermanos Carrión, Los Crazy Boys, Los Camisas Negras, entre otros. La fiebre del baile, las cafeterías y las tardeadas con grupos en vivo se hacían cada vez más necesarias, pues por primera vez había un sonido hecho por y para jóvenes. “En Morelos, como en todos los estadios de la republica, hubo grupos que se fueron conformando, y en el caso nuestro, es que fuimos el primero, esa es nuestra única virtud porque lo desafinado nadie no los quitaba, lo copión de canciones americanas nadie no los quitaba, pero fuimos pioneros”. Recuerda Becerril.
Los Rolling Kings sería esa agrupación que representaría al estado de Morelos. Pero los nombre de los grupos era de vital importancia para quienes hacían Rock & Roll, así que para elegir el mote ideal había que considerar algunas características, pues no siempre fueron los Rolling kings “Primero éramos un grupito llamado los Hound boys, ni siquiera sabíamos lo que quería decir. Hound era algo así como perro de caza. Algo así como los Chicos de caza. El grupito estaba conformado por Aníbal Ríos, Juan Ríos, Gerardo Montiel, Wilfrano Vallinas y por mí. Después cambiamos de nombre; ese primer grupo no tocó realmente, salvo en algunas casas y en los ensayos que hacíamos en la casa de mis padres, ya cuando nos convertimos en Rolling King, que fue nuestro segundo nombre, tampoco sabíamos que quería decir pero nos sonaba muy elegante; los que rolaban o los reyes de la rola.”
El nombre parecía ser el idóneo y definitivo, y continuando esta nueva etapa la alineación también sufriría cambios “Ahí ya se incorporaron Jorge Mata y más adelante Adolfo Girón, cuyo padre había sido pianista en una de la películas que parece Agustín Lara que se llamo Santa, este señor Girón tenía un enorme prestigio en la época, sobre todo de música vernácula, y la incorporación de Adolfo Girón nos dio un poquito de punch al grupo”, comenta Becerril.
Si bien es cierto que la música de la época era un clara imitación de la música hecha por grupos de habla inglesa, los talentos mexicanos reinventaban las letras, tomando únicamente la música, añadiendo en ella su lirica impregnada de inquietudes, casi siempre con pegajosas frases en referencia al amor, a las tardeadas, a las idas a la cafetería y al sentir en general del adolescente de la época. El doctor Becerril habla sobre el método utilizado para hacer la lirica de los Rolling kings “Hacíamos canciones muy simplonas como las de la época, en cierto modo propias, que hacíamos colectivamente; sugeríamos un tema y lo que medio rimara con el ritmo”.
La fama estaba por llegar. Un concurso a nivel nacional, cuyo premio sería la grabación de un disco en una de las disqueras trasnacionales más importantes del momento; la RCA Victor. “Radio 1000 organizó un concurso de conjuntos de Rock de distintas partes del país y del DF, y nosotros lo ganamos, y lo ganamos por que a nivel nacional estaban los Locos del Ritmo, los Teen Tops, los Black jeans, los Rebeldes del Rock, y nos gustaba mucho que tenían movimientos cuando interpretaban sus canciones, y nosotros en el concurso presentamos un par de canciones con una especie de coreografías, las piezas no estaban malas, y ganamos el concurso”, nos cuenta Becerril Strafon. La popularidad comenzaba a hacerse presente en este entusiasta grupo de púberes, ahora venía el sueño más grande de cualquier adolescente hacedor de música: grabar un disco. “Como premio grabamos un pequeño disco de 45 revoluciones en la RCA Victor”. Los Rolling Kings regresaban a Cuernavaca, la tierra que los había visto nacer, pero esta vez llegaban con un disco bajo el brazo “El primer y único disco que sacamos tenía dos piezas de cada lado, como era usual. Y aquí en la calle de Guerrero había un discoteca muy famosa que se llamaba Yolis, y en los programas de radio nacional y local metían música y había complacencias musicales, y cuando llego el disco a Cuernavaca, se hizo un alboroto, al menos en el circuito de muchachos que oían Rock & Roll, y en las estaciones que tocaban música de jóvenes, nosotros hablábamos por teléfono para pedir nuestro disco, y pusimos a todas nuestras primas y parientes a que hablaran para que agarrara punch el disco, y se agotó, al grado tal, de que no tengo ningún ejemplar original”, cuenta con emoción Becerril Strafon. Las oportunidades de darse a conocer no solo se dieron en la radio, pues importantes foros de la Cuernavaca de los 60s se prestaban para que el grupo de Rock & Roll se presentara, alternando con músicos de gran talla, no necesariamente rocanrroleros, así lo platica Rodolfo Becerril Strafon “Llegamos a tocar en el casino de la Selva, alternando con la Orquesta de Carlos Campos, pero éramos siempre el primer número, tocábamos en un rinconcito, se juntaban alrededor los chavos más fanáticos, nos echaban porras y esa era nuestra alternancia, después ya venía la orquesta y el baile en grande”.
El Rock & Roll morelense estaba en efervescencia de otras parte de Morelos surgían grupos “Hubo unos años después un conjunto en Cuautla y un en Jojutla, sin mal no recuerdo uno se llamaba los Diablos del rock y el otro era Los socios del rock. Y eran los conjuntos que alternábamos en algunas fiestas de chavos tocando los covers, que ahora así se dice, pero eran las piezas de moda”, recuerda el diputado priista.Se dio la intensión de grabar un segundo disco, no así, la grabación de mismo. “Quisimos grabar un segundo disco pero, para efectos de grabación teníamos muchas limitantes, la voz del cantante, nuestras desafinaciones, y supongo que para la RCA Victor ya no les fuimos tan buenos, además ya empezábamos a desintegrarnos”. El éxito de los Rolling Kings era grande, pero al sueño le comenzaba su fin. La desintegración era un tema latente entre ellos, cada uno midió sus prioridades, fragmentando el proyecto musical. Por su parte el doctor Rodolfo Becerril Strafon se fue a estudiar a México, y así cada uno de los involucrados dio un nuevo rumbo a su vida, “Cada caso en particular es distinto, después de nosotros surgió un conjunto que se llamo los Drifters y ese conjunto incorporó a muchos de los que estaban con nosotros, concretamente a los Montiel, entre ellos Jorge Montiel que es hoy un dentista destacado, Aníbal Ríos hoy es economista, Juan es contador, Wilfrano es arquitecto; no éramos vagos, éramos gente de escuela. Cada quien se fue especializando en algunas cosas y tomando decisiones vitales”.
En charla con don Rodolfo, platicamos sobre lo difícil, casi utópico sueño del vivir de la música, o cualquier actividad artística, “Creo que hay un enorme problema; primero de país, el subdesarrollo no es un concepto, es una realidad. En la época de Vasconcelos hubo un gran apoyo a la cultura, después hubo un decaimiento. En EU por el contrario en las escuelas, la materia de música no solamente es aprender solfeo, es tocar saxofón, trombón, batería, etcétera. Se integran conjuntos, hay concursos entre orquestas en las escuelas en el Hight school. Creo que en general hay que llevar a cabo una política cultural que atienda a muchos géneros; al rock, folclor, en fin”. Como muchos artistas y promotores culturales, Becerril señala que la falta de espacios es vital, y fehaciente muestra del poco entusiasmo por la cultura, “Una de las cosas que falta en este país es generar políticas de cultura en general, si tú tienes espacio donde pueda tocar una orquesta sinfónica, un grupo de rock, la propia oferta va generando su propia demanda pero ¿si no hay espacios? ¿Dónde vas a una presentación de teatro? ¿Dónde vas a un concierto sinfónico? Creo que esto tiene que ver con el grado de desarrollo del país”.
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