Charla con el señor presidentazo
La primera vez que divisé la luz
Jue' en un jacalito de palmas secas y paredes de adobe
Arejuntado con las manos de mi abuelo
Mi cuerpecito lo limpiaron
Con l’agüita del apancle
Hervidita con la lumbre
De la leña del fogón.
La señora que me echo pa’juera
Era una señora humildita
¡pos crioque tú la conoces!
Le decían la partera
La que echaba a todos los niños
pa’juera,
Y… pos
yo nací en petate
Mi apá era un campesino
Siempre bien derecho
Y mi amá,
Pos se jue pa’l cielo con el último de mis hermanitos.
Yo nací en petate
Y no conozco ni el amor
Ni el valor del oro,
Pero se reconocer el brillo del cobre de todo aquel y de aquella
Que cruza mi camino.
En petate nacen muchos niños
Niños que padecen hambre
Niños que padecen frío
Niños que caminan sin guaraches
En el lodo, en las piedras y espineras
Niños que trabajan duro
Pos es que en los suburbios de mi pueblo
No tenemos ni una escuela
Nomás tenemos pá trabajar
la tierra.
Pero mi apá que siempre trabajó reduro
No jue’ dueño de la tierra
La siembra o la cosecha.
Y allá cerquita de mi pueblo,
en Anenecuilco,
nació un señor ¡rebién cabrón!
¡El era mi general zapata!
¡Tierra y libertad!
Aquella libertad que también nació en petate,
Con Hidalgo, Con Allende,
Con los Niños Héroes, Con Morelos
Y con todos los héroes
Que dieron la vida por un mejor mañana
Pero nuestra libertad la tienen bien esclavizada
Allá en la casa grande de Los Pinos.
Y ya que andamos por allá,
Por la ciudad.
Pos dicen que los niños allá no nacen en petate.
que las chamacas los tiran antes de que nazcan.
Pos en la ciudad nacen en cuna de oro, entre sabanas de seda
o en los callejones, en la alcantarillas,
¡Entre tanto fango y tanta mierda!
De padres drogadictos que tampoco fueron a la escuela,
Niños que venden chicles, que escupen lumbre,
Que buscan escaparse de la realidad de su miseria.
Y pos disculpe asté, Señor Presidentazo
Por si algo que dije le llego a incomodar
Le encargo que cuide
A todos los niñitos de cuidad
Para que tengan algo que comer
Pa’que ya no tengan frío
Pa’que tengan un hogar.
Y después pos
Le encargo a los niños de mi pueblo
Mire asté Señor Presidentazo,
No le quito mas su tiempo,
En agradecimiento por haber escuchado
Le regalo mi machete, mi sombrero
Mi azadón y mi morral
Y ya me voy a rezarle a mi santito
Pa’ ver si nuestra situación
Nos cambia un poquito.
Enviado por Ricardo Mendoza Ocampo.
Jue' en un jacalito de palmas secas y paredes de adobe
Arejuntado con las manos de mi abuelo
Mi cuerpecito lo limpiaron
Con l’agüita del apancle
Hervidita con la lumbre
De la leña del fogón.
La señora que me echo pa’juera
Era una señora humildita
¡pos crioque tú la conoces!
Le decían la partera
La que echaba a todos los niños
pa’juera,
Y… pos
yo nací en petate
Mi apá era un campesino
Siempre bien derecho
Y mi amá,
Pos se jue pa’l cielo con el último de mis hermanitos.
Yo nací en petate
Y no conozco ni el amor
Ni el valor del oro,
Pero se reconocer el brillo del cobre de todo aquel y de aquella
Que cruza mi camino.
En petate nacen muchos niños
Niños que padecen hambre
Niños que padecen frío
Niños que caminan sin guaraches
En el lodo, en las piedras y espineras
Niños que trabajan duro
Pos es que en los suburbios de mi pueblo
No tenemos ni una escuela
Nomás tenemos pá trabajar
la tierra.
Pero mi apá que siempre trabajó reduro
No jue’ dueño de la tierra
La siembra o la cosecha.
Y allá cerquita de mi pueblo,
en Anenecuilco,
nació un señor ¡rebién cabrón!
¡El era mi general zapata!
¡Tierra y libertad!
Aquella libertad que también nació en petate,
Con Hidalgo, Con Allende,
Con los Niños Héroes, Con Morelos
Y con todos los héroes
Que dieron la vida por un mejor mañana
Pero nuestra libertad la tienen bien esclavizada
Allá en la casa grande de Los Pinos.
Y ya que andamos por allá,
Por la ciudad.
Pos dicen que los niños allá no nacen en petate.
que las chamacas los tiran antes de que nazcan.
Pos en la ciudad nacen en cuna de oro, entre sabanas de seda
o en los callejones, en la alcantarillas,
¡Entre tanto fango y tanta mierda!
De padres drogadictos que tampoco fueron a la escuela,
Niños que venden chicles, que escupen lumbre,
Que buscan escaparse de la realidad de su miseria.
Y pos disculpe asté, Señor Presidentazo
Por si algo que dije le llego a incomodar
Le encargo que cuide
A todos los niñitos de cuidad
Para que tengan algo que comer
Pa’que ya no tengan frío
Pa’que tengan un hogar.
Y después pos
Le encargo a los niños de mi pueblo
Mire asté Señor Presidentazo,
No le quito mas su tiempo,
En agradecimiento por haber escuchado
Le regalo mi machete, mi sombrero
Mi azadón y mi morral
Y ya me voy a rezarle a mi santito
Pa’ ver si nuestra situación
Nos cambia un poquito.
Enviado por Ricardo Mendoza Ocampo.
Imagen http://holismoplanetario.wordpress.com/ utilizada sin fines de lucro.
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