Brilla una “Luna llena” desde la tinta de Susana Beitman.
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El libro "Luna Llena", de Susana Beitman fue presentado el pasado 22 de Julio en el Instituto Mexicano de Educación y Cultura, IMEC. Días antes se presentó en la Biblioteca Vasconcelos, antigua estación de trenes Buenavista y desde un poco antes el libro se vendía en todas las bibliotecas Conaculta en el DF y en provincia en las respectivas Educal. También se puede encontrar en diferentes sucursales de Gandhi en el Distrito Federal. Todo esto es parte del sueño que Susana Beitman soñó por años, sueño que este 2009 se volvió realidad: la publicación del libro, las presentaciones, las firmas de autógrafos, todo pasó tan rápido que la autora aún no logra del todo asimilar la maravillosa travesía que para todo escritor representa el primer libro.
“Luna llena” fue escrito en Morelos, México bajo la supervisión de Citlali Ferrer (reconocida escritora mexicana) y fue concebido dentro del un taller literario en el Centro Morelense de las Artes. Susana Beitman escritora México-canadiense (aunque más bien es una ciudadana del mundo) aprovechó un año sabático para plasmar en letras y papel un testimonio de vida, una serie de fragmentos que unidos cobran sentido por el recorrer de Aurora (como se llama la protagonista de esta bella historia) por el mundo. Un mundo que ha girado sobre si y en ella para ofrecer aprendizaje y sobre todo una concepción del mundo, la naturaleza y los sentimientos humanos, que parece pérdida hoy en día. La aventura de ser mujer, de ser madre, de estar acompañada de maravillosos personajes, de estar inevitablemente sola porque la sensibilidad de almas como Aurora (y la misma autora) necesitan espacio y tiempo; todo esto y más se puede encontrar en las paginas del libro. Un viaje que recorre México, Canadá, Ámsterdam, Venecia, el futuro, el pasado, el dolor, el interior de miles de personas, amantes, amigos que vienen y van. Van pero se quedan impregnados en la memoria. Van guiando los pasos, como una luz fija en el cielo, como una luna llena que brilla en todo su esplendor por el cielo negro, “Luna llena” es un libro desgarrador pero igualmente hermoso, es un libro para devorar y llorar sobre sus letras. Es el comienzo de una prometedora carrera como escritora de Beitman. Carrera que aunque haya comenzado tarde nos hace reflexionar sobre el destino y los juegos del tiempo. Ha llegado en el mejor momento porque necesitó de mucho recorrer y de mucho sufrir para poder plasmar el inmenso amor a la vida que la autora encuentra en su existir.
“Luna llena” fue escrito en Morelos, México bajo la supervisión de Citlali Ferrer (reconocida escritora mexicana) y fue concebido dentro del un taller literario en el Centro Morelense de las Artes. Susana Beitman escritora México-canadiense (aunque más bien es una ciudadana del mundo) aprovechó un año sabático para plasmar en letras y papel un testimonio de vida, una serie de fragmentos que unidos cobran sentido por el recorrer de Aurora (como se llama la protagonista de esta bella historia) por el mundo. Un mundo que ha girado sobre si y en ella para ofrecer aprendizaje y sobre todo una concepción del mundo, la naturaleza y los sentimientos humanos, que parece pérdida hoy en día. La aventura de ser mujer, de ser madre, de estar acompañada de maravillosos personajes, de estar inevitablemente sola porque la sensibilidad de almas como Aurora (y la misma autora) necesitan espacio y tiempo; todo esto y más se puede encontrar en las paginas del libro. Un viaje que recorre México, Canadá, Ámsterdam, Venecia, el futuro, el pasado, el dolor, el interior de miles de personas, amantes, amigos que vienen y van. Van pero se quedan impregnados en la memoria. Van guiando los pasos, como una luz fija en el cielo, como una luna llena que brilla en todo su esplendor por el cielo negro, “Luna llena” es un libro desgarrador pero igualmente hermoso, es un libro para devorar y llorar sobre sus letras. Es el comienzo de una prometedora carrera como escritora de Beitman. Carrera que aunque haya comenzado tarde nos hace reflexionar sobre el destino y los juegos del tiempo. Ha llegado en el mejor momento porque necesitó de mucho recorrer y de mucho sufrir para poder plasmar el inmenso amor a la vida que la autora encuentra en su existir.
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