El ROCK no tiene la culpa. Crónica de represión en el Estado de México.
Por:
Sandra Arau Esquivel
La represión es a menudo un catalizador para la buena música”. – Jim Brown
Nos quedan pocos espacios de libertad, formas positivas de respirar, de tomar un bocado de aire limpio en este país lleno de sangre.
Para los enemigos de la libertad de los individuos, el rock es especialmente peligroso.
La noche del 25 de febrero el grupo Botellita de Jerez estaba a punto de presentarse en el Bar El Baúl en Toluca, Estado de México.
Con el pretexto de que “se quejó un vecino”, un operativo de 400 policías armados y con equipo antimotines irrumpió en el Bar para desalojar a 150 jóvenes que esperaban el concierto. Es decir, un gasto público de 2.66 policías por persona. Que no se manifestaban violentamente. Que no robaban ni secuestraban a nadie. Que iba a escuchar un concierto de rock. Punto.
Mensaje enviado a las autoridades del Estado de México |
“Esto muestra la cerrazón del Sr. Peña Nieto. Su incapacidad de entender lo que es la cultura. Por eso hemos convocado a los compas que están de prensa y ustedes mismos que están aquí, rolen esto por la banda que sepan que el gobierno aquí del estado de México, de Toluca en particular, en realidad es un gobierno represor, demagógico.
Les pedimos a toda la banda, que vamos a aceptar, porque estamos amenazados además por un grupo de 20 policías armados, les pedimos a los compas, porque somos puros compas, que sí, aceptemos la represión, pero que lo vamos a difundir y que vamos a decir y que vamos a decir todo lo que pensamos. Suban esto a Twitter, a Facebook, la gente de prensa por favor, sí digan que Botellita de Jerez inculpa directamente a Peña Nieto de esta represión.
No queremos aceptar la provocación de estos locos porque en realidad es lo que les gusta, les gusta bravuconear, en eventos de este tipo, aceptemos que ellos están armados, nosotros tenemos otro tipo de armas, para empezar nuestra fuerza de trabajo carnales, tranquilos, en su momento esto se revertirá, particularmente al Sr. Peña Nieto porque en realidad está demostrando lo pendejo que es.”
Hace unos momentos hablé con Sergio Arau, integrante de Botellita de Jerez. Me dice que ellos estaban el camerino, mientras tocaba el grupo Pasión Escarlata, cuando “les cayó la tira”. Nunca se imaginaron la magnitud del operativo. Salieron la manager y el asistente del grupo a negociar. Fueron encañonados. Venía policía estatal, policía local y gente de gobernación. Les dijeron que no había nada que negociar. La orden era desalojar el lugar, bolsearon a todos, uno por uno. Cuando preguntaron a qué se debía el operativo alegaron que estaban vendiendo playeras. El Bar cuenta con una tiendita. Entonces dijeron que era porque había menores. Intransigencia total.
Otro mensaje enviado a las autoridades del Estado de México |
Me dijo: “Hemos estado tocando en toda la república y sabemos de la violencia, pero es el único lugar donde nos han echado a la tira. Es muy sintomático. No hubo nada de violencia aunque venían armados hasta los dientes. Creo que confundieron ‘narcos’ con ‘nacos’. Mandaron a 400 policías y éramos 150 personas. Es una exageración y un abuso. Nos regresamos muy sacados de onda, se me derramó la bilis. Me da muchísima rabia, mucho coraje que hagan lo que quieran estos cabrones".
Nacho Betancourt, gran dramaturgo mexicano y autor del cuento “De cómo Guadalupe bajó a la montaña y todo lo demás” me regaló un libro de cuentos y viene una frase que me movió muchísimo, dice: “No sabes con cuánto odio amo a mi país.”
Después de este operativo, se dirigieron a otro bar, con exactamente el mismo modus operandi. Reprimir otro espacio con actos culturales y alternativos.
Con la libertad de expresión no. Con la cultura no. Nosotros no tenemos armas, pero tenemos nuestra voz para decirles que no nos vamos a dejar.
Los gobiernos irán y vendrán pero el Guacarock, nunca morirá
Sandra Arau Esquivel
@SandraArau
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