Las incongruencias de la vida…
Por: Rafael Zepeda Nieto
Pues bien; dos de mis carnalazos de la secu, se dedicaron a viajar cuando salimos de la prepa, uno se regreso a Puerto Rico de donde es su papá, y el otro, vio la forma de irse un rato a California a disque trabajar y hacer algo de varo para volver y armar un negocito por acá. El chiste es que ahora en diciembre volvieron los dos, nada más que su mutación llevo a límites insospechados mi tolerancia. Resulta que Nicolás, ahora auto nombrado Nick Ramírez llego con un look bien estrafalario, con lentes tipo Ray Ban como cuatro cadenas colgadas al pescuezo y sus playeras sin mangas, hizo algo de ejercicio y se tatuó una greca en el bicep derecho, y la piedra del sol en el bicep izquierdo. Habla con acentuó boricua y su pelo lo dejo cortó muy corto y tan parejo en las orillas como si lo hubieran pelado con molde.
Por otro lado José Luis Alatriste, hoy es Joseph Alatriste. Resulta que se topó con su primo Jessie y lo invito a sumergirse en la ola punk y sus subgéneros, hoy porta pantalones entubados, pelo largo teñido de negro, sus uñas son negras también, y sus convers negros. Tambien se tatuó una calaverita en el cuello y dice sentirse triste periódicamente, acción que lo lleva a la reflexión y al supuesto crecimiento emocional.
Lo que es verdaderamente triste es recordar como éramos los tres hace 4 años, cuando salíamos a las tocadas, oíamos a Led Zepellin, nos echábamos unas caguamas y veíamos como se hacía de día poco a poco. ¿Qué nos paso? ¿Quién me robo a mis amigos? Ahora convivo con un pendejo reggeatonero y un puto emo. Uno se la pasa viendo a las mujeres como objeto sexual todo el tiempo, cree ligarse a todas actuando como padrote, y el otro, prefiere estar triste y así encontrar la esencia real de la vida, la condición humana que él llama. Los dos me dan una hueva impresionante, seguidores de nada y adoradores de cualquier pendejo que si el Daddy, que si los Charlotte, que si el Vico, que si los Romance, que si su chingada madre. Pinche movimientos atorapendejos ¡¡¡Alguien devuélvame a mis amigos!!!
En fin, después de esta catarsis liberadora, agradezco a los lectores que pudieron y se interesaron en leerme, espero ninguno de ustedes pase por situación similar… los dejo que me quede de ver con mis cuates los floggers pa´bailar Tectonik. Cuídense y gracias por su atención.
PD.
¡Viva la familia… y la diversidad contracultural!
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