Reseña: Caifanes en el Vive Latino 2011.

by - abril 10, 2011

Por: 
      Alejandro Ramírez 

Desde el anuncio en la conferencia de prensa de presentación del Vive Latino 2011 sabíamos que terminaría de forma histórica. Saúl, Sabo, Alfonso, Diego y Alejandro eran los personajes más esperados de este día, desde antes de que comenzara su presentación la gente comentaba qué canciones no podían faltar esta noche, o cuales querían escuchar. Sonó Azul casi morado en honor a Rita Guerrero antes de que saliera la banda.

Todo comenzó con Diego Herrera frente al sintetizador creando la atmósfera de “Será por eso”, se desató la catarsis, terminó la larga espera, después de los rumores sobre rencores y la reconciliación ahí estaban de nuevo, como la primera vez hace 24 años en Rockotitlan, Caifanes, en el lugar donde faltaban: el escenario principal del Vive Latino.

“Mátenme porque me muero” complació al público que había esperado desde temprano, desde hace años, y ante la euforia Saúl Hernández dijo: “Raza, Caifanes a tus pies”. “Viento” recordó aquellos viejos tiempos antes de la separación, regresaron en el momento ideal, la siguiente canción lo decía todo, “Antes de que nos olviden”, haremos historia.

“Los dioses ocultos” habían escapado de las sombras, “Detrás de ti” se escuchó en una sola voz, al igual que “Nubes”. “Piedra” terminó como en el disco, “arriba el norte” mencionó Saúl en honor a la música y su legado.

Una constante de este Vive Latino fueron los homenajes a Rita Guerrero, y Caifanes resumió el sentimiento en una frase: “Rita, te queremos”, y comenzó a sonar “Ayer me dijo un ave”, también en honor al fallecido Eugenio Toussaint, y para todos aquellos muertos sin justicia. Las luces de encendedores y celulares en todo el Foro Sol eran como una noche estrellada.

“Aquí no es así” y “Miedo” tampoco podían faltar, el solo de guitarra de “Afuera” demostró que pese a los problemas de salud Alejandro Marcovich no ha perdido la magia. Con “Nos vamos juntos” los círculos de amigos abrazados brincaban y bailaban. Alfonso André en la batería y Sabo Romo en el bajo daban el ritmo perfecto.

Después de un encoré Sabo Romo mencionó que el lunes cumplirían 24 años de aquella primera vez que tocaron juntos, y que después de tanto tiempo solo una cosa podía pensar de los Caifanes: “somos unos chingones”.
 


“Negro cósmico” fue una canción para fans, “Amanece” fue un mensaje para la multitud que no dejaba de cantar: “solo muerto me podrán callar” decía Saúl Hernández, después de sus llamados a la paz. “Hasta morir” provocó un baile lento entre algunas parejas, “No dejes qué” fue una de las más coreadas de la noche, pero faltaba una, “La célula que explota” fue una sola voz, la de aquellos que esperaron por esta banda, la de aquellos que quisieron verlos de nuevo juntos una vez más, la de otros que presenciaron historia, y que hablarán de esta noche por mucho tiempo.


“La negra Tomasa” fue la despedida perfecta, el baile unió a los amigos, a las parejas, a los desconocidos, que al ritmo de esta cumbia despedían este segundo día del Vive Latino 2011. Saúl, Sabo, Alfonso, Diego y Alejandro agradecieron como nunca, el público como siempre, por este hecho tan emotivo, por dejar atrás el pasado, la distancia, y por volver a pisar un escenario, este, el más importante del rock nacional.
 

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