ANECDOTARIO WACHO
En motivo merecido al 1er aniversario de tan distinguido proyecto en línea, hemos decido enlistar algunas de las mas conmovedoras, emocionantes, alegres, exuberantes y bizarras experiencias vividas en estos 365 dias haciendo LA WACHA.
Sin más que agregar; los dejo leyendo estos memorables episodios…
1.- ¿Cómo conocí La Wacha?
No recuerdo la fecha exacta, pero si las circunstancias de cómo conocí el proyecto. Por aquellos días iba mucho a La Maga Café (Cuernavaca), lugar donde organicé durante Octubre y Noviembre del 2008 un cine-debate de cine de terror. Estaba bajando las escaleras cuando vi pegado un póster de la publicación on-line. El diseño, los colores, el nombre y el concepto me llamaron la atención. Pensé que debía escribirles, sin embargo, aquella ocasión seguí de largo. Días después, asistí con mi hermana a algún evento en La Casona Spencer (Cuernavaca) y al bajar ella me mostró el mismo póster pegado en las pizarras de la Casona, sólo que en ese momento no lo reconocí. Me dijo que escribiera, que parecía un proyecto interesante. Seguimos caminando y unos pasos después, cuando recordé que era el mismo póster de La Maga, regresé corriendo y anoté el correo y el blog en mi cuaderno. Estuve entrando al blog durante dos o tres semanas, tal vez, La Wacha tenía dos o tres meses de vida, pero la propuesta me parecía fresca y sobre todo comprometida con la escena local. Decidí así escribir al correo y proponer colaboraciones mías. Mi idea en aquel momento era esporádicamente publicar críticas y artículos sobre cine de terror. Así nació la relación entre mí y La Wacha. Tiempo después conocí a sus fundadores, eso lo recuerdo mejor. Llegué al ya desaparecido Radial Live durante un toquín de metal organizado por Dama Negra, estaba un poco enfermo, pero tenía una cita con ellos y con cuerpo cortado asistí. Mi primera impresión fue de que me encontraba ante dos grandes personas, comprometidas con lo que hacen y muy cálidas. Desde el primer momento que los saludé y comenzamos a platicar sobre proyectos, descubrimos una afinidad de gustos y de senderos, desde aquel día me sentí parte de La Wacha, comencé a mandar cuentos, mini-ficciones, poesía y también escribí reseñas de algunos eventos, proyectos y críticas de libros. La Wacha, me parece un espacio alternativo para la difusión y la promoción de propuestas artísticas de calidad y sobre todo que aunque siendo locales no encuentran el medio de darse a conocer. Es un medio de información cultural que poco a poco se ha abierto camino para cubrir los mejores eventos y de la misma forma patrocinar proyectos multidisciplinarios como Rock & Letras o la ya conocida gira Trova & Letras. El camino me llevó hasta las manos de mamá Wacha y esperemos que este 2010 nos siga llevando por senderos mejores. Este año pertenecer a La Wacha me ha permitido compartir mi literatura con otras personas y sobre todo conocer a gente maravillosa y creativa que ha enriquecido mi vida.
Conocí a Los Jaigüey una noche en que mis más altas expectativas eran mi cama, una torta de jamón con queso y una película deliciosa de los sesenta que he visto mil veces. Esa noche fui a parar al Manojo (Cuernavaca) sin proponérmelo. Los saludé sin planearlo. Disfrute de la mejor banda en vivo que había visto en mucho tiempo - En un plan técnico tan austero y en un lugar tan privado y tan acogedor- sin si siquiera sospecharlo. Al fin pasé con ellos pequeño after junto con la maravillosa gente del Manojo. Tomamos un delicioso mezcal oaxaqueño que no hace cruda y pasada la una de la madrugada; mi patética noche de viernes; de pronto se había vuelto un entrañable alucine.

***Palomita Rodríguez
3.-La defeque de lo lindo…
Recuerdo que fue la primera cobertura hecha por LA WACHA. El evento; el concierto de Plastilina Mosh en Cuernavaca, Morelos.
4.-¡No Flash...no flash...no flash!
Aquella vez que fuimos a ver a Paty Degar en La Secuestradora de destinos, yo estaba tomando fotos con flash y era de las primeras ocasiones que asistíamos a eventos de ese tipo, cosa que no debe hacerse y por supuesto ella nos lo hizo saber en cuanto la entrevistamos, por su puesto nos dio mucha pena y le ofrecimos disculpas…
5.-Si no puede usted asistir al evento…… pues mande su taxi…
Fue en un evento de Lety Servin, nos recibió a todo dar en l
6.-Soy totalmente p$%&$*a!!!
Una persona muy cercana tuvo la formidable cortesía de regalarme un carísimo bolso italiano de diseñador. La primera vez que tuve yo la poca gracia
Pues bien. Esa noche EZM y yo pasamos a la zona VIP. De regreso habíamos perdido los bolsos que se quedaron en la sala donde nos instalamos inicialmente. Luego apareció todo. Eso sí, después de un buen rato y previa báscula. Lo que no apareció fue mi teléfono de caja de cereal. Pero si un simicondón afortunadamente todavía en su empaque (que no era mío) dentro del bolso que no sólo estaba intacto; sino que fácilmente vale treinta veces lo que el celular.
***Palomita Rodríguez
7.-¿Así o más nervioso?
Otra ocasión, cuando EZM en Trova y Letras I pasó a leer su texto, parecía que lo iban correteando, se notaba que estaba un poco nervioso; yo le hacía señas desde la primera fila para que fuera más despacio pero creo que fue inútil ya que nunca pudo hacer caso, al bajar del escenario le comentamos lo ocurrido y sólo se sonrojó un poco…
8.-¡¡¡Me sentirlouuu, toy bien pachecouuu!!!
¡¡¡Claro!!! aquel toquín eterno del buen Mad Professor. Después de burlar al séquito de segu

9.-Soy totalmente p$%&$*a!!! Parte II

Una de las tantas veces que estuve en La Maga Café (Cuernavaca) con Lety Servín tuve la oportunidad de verla junto a Fernanda Martínez. Era la primera vez que escuchaba a la argentina en vivo y me emocionaba de sobremanera. Así que me instalé en una mesa con un amigo; e intentando venderme como la periodista que no soy, y con la poca pericia a la hora de socializar que me identifica; pregunté donde estaba Fernanda Martínez. La cantautora se encontraba en la mesa contigua. Justo detrás de mi espalda. Lo supe hasta que se levantó para ir al escenario.
***Palomita Rodríguez
10.-¿Se puede....?
Pues bien, nos enteramos de que Mr. José Forrs estaría presentando en la capital de nuestro México su musical Frankestein, la Opera Rock.

El regreso era preciso, así que una vez que ya habíamos platicado y bebiendo decidimos irnos, pero una simpática güerita nos detuvo, quédense otro rato, ya van a salir el elenco de la obra. Jajajaja, ¡quien diría! Y yo que pensé que no podríamos entrar.
11.-Trova y Letras
Pocas veces me he sentido tan honrada. Unos de esos
La valentía no se cuenta entre mis cualidades pero creí que no podía más que hacerlo. Ya en el momento, mis buenos amigos me ofrecieron de todo para calmar el pánico. Pero ni el mezcal seco, ni el cigarro fumado de una sola calada hicieron algo. Me prometí que si todo salía bien, procuraría no volverlo a hacer nunca.
Aparentemente funcionó. Fue inolvidable, honroso y absolutamente enriquecedor. No podríamos jamás; ni yo ni mi trabajo; dejar de agradecer ni apreciar la experiencia. Tanto que incluso lo he vuelto he hacer y el pánico a cedido poco a poco.
Quizá el escenario nunca va ser para mí; pero no me queda duda de que siempre hay algo para superar y nunca una obra tan vital como para dejar de intentar. Gracias Dama Negra!
***Palomita Rodríguez
12.-¡A chinga, si somos tocayos!

5 comentarios